“Tan Solo” de Manuel Reyes en los Teatros del Canal
Anoche tuve el placer de asistir a un espectáculo extraordinario “Tan Solo” de Manuel Reyes en los Teatros del Canal.
Un comienzo honesto, sin alardes de flamencura, mostrando los inicios de su carrera y su amplio conocimiento de la danza mientras realizaba unas variaciones de ballet clásico que dieron certeza no sólo de tal conocimiento sino también del dominio absoluto que posee de otras disciplinas.
No es típico de un flamenco comenzar así ¿verdad?
Pues con esta humildad comenzaba Manuel un espectáculo en solitario que resultó intrigante, emotivo, cautivador y de una elegancia exquisita.
Hacía años que no disfrutaba de un espectáculo como el vivido anoche.
Harta ya de ver a tanto niño en serie, tanto gato por liebre, tanto contemporáneo con zapato de flamenco, tanto zapateado sin sentido y tanta moda repetitiva, había casi tirado la toalla y asumido que el camino que el flamenco actual está tomando no era en absoluto de mi interés.
En cambio, ayer volví a emocionarme, volví a gritar “mil oles” como una niña desde mi asiento, volví a sentir inspiración, motivación e incluso sentí que recuperábamos el rumbo en esta marea agitada en que nos encontramos.
Tras una farruca de sublime dulzura, de tremenda elegancia y masculinidad sentí que dentro de mí volvía a latir mi amor por el flamenco.
El gusto no está en lo extraño, no está en “lo nunca visto” no está en “el más difícil todavía” está en la simpleza del sentimiento, en su honestidad y por supuesto en la maestría.
La vida pasa en la actualidad, a una velocidad vertiginosa. Lo que antes tomaba años en madurar, ahora se acelera el crecimiento en días o semanas y tristemente al igual que con los pollos o las verduras, observo que también ocurre lo mismo en el flamenco. Uno puede encontrar miles de bailaores/as que sin haber asistido jamás a una clase ya son figuras y cabe hacerse la pregunta: ¿de dónde han salido? si nunca se les vieron en estudios. ¿Aprendieron de youtube o les insertaron un microchip?
Nunca lo sabré, aunque por el modo de bailar que tienen yo opto más por la opción del microchip, al fin y al cabo, la mayoría parecen ir en serie.
Pues anoche tuve el gran deleite de ver un producto sin alteración, con maduración natural, con solera y lo que es mas importante, con autenticidad y denominación de origen.
Porque no hay que ir de flamenco para serlo, tan solo hay que sentirlo y demostrarlo.
Manuel Reyes dejó el teatro en pie, con aplausos interminables e infinitos oles y bravos que salían de modo espontáneo de nuestras bocas y nuestros corazones.
“Acabaste el espectáculo con un sombrero Manuel, yo humildemente y sin pelos en la lengua como habrás podido comprobar, me lo quito ante ti, ante tu grandeza, tu arte y tu maestría.
Ole tu Manuel Reyes. Viva la madre que te parió”
Tan Solo” by Manuel Reyes at the Theaters del Canal
Last night I had the pleasure of attending an extraordinary show «Tan Solo» by Manuel Reyes at the Theaters del Canal.
Well, with this humility Manuel began a solo show that was intriguing, emotional, captivating and with an exquisite elegance.
It had been years since I had enjoyed a show like the one we had last night.
Tired of seeing so many “flamencos” in series, pulling the wool over people´s eyes, contemporary dance with flamenco shoes, so much senseless footwork and repetitive fashion, I had almost thrown in the towel and assumed that the path that current flamenco is taking was not in Absolute of my interest.
On the other hand, yesterday I got excited again, I shouted again “thousand oles” like a girl from my seat, I felt inspiration, motivation and even felt that we were recovering the course in this agitated ocean in which we find ourselves.
After a farruca of sublime sweetness, of tremendous elegance and masculinity I felt that within me my love for flamenco was beating again.
Taste is not in the strange, it is not in «the never seen before» it is not in «the most difficult yet» it is in the simplicity of feeling, in its honesty and of course in mastery.
Life happens today, at a dizzying speed. What used to take years to mature, now growth is accelerated in days or weeks and sadly, as with chickens or vegetables, I observe that the same thing also happens in flamenco. One can find thousands of dancers who, without ever attending a class, are already flamenco stars and the question may be asked: where did they come from? if they were never seen in studios or flamenco schools. Did they learn from youtube or were them inserted a microchip?
I will never know, although because of the way they dance, I opt more for the microchip option, after all, most seem to go in series.
Well last night I had the great pleasure of seeing a product without alteration, with natural maturation, with hearth and, most importantly, with authenticity and designation of origin.
Because you don’t have to pretend to be flamenco, you just have to feel it and prove it.
Manuel Reyes left the stage with the hole audience standing up, with endless applause and infinite “oles and bravos” that spontaneously came from our mouths and our hearts.
“You, Manuel, finished your show with a hat on, I humbly take my own hat off to you, to your greatness, your art and your mastery.
Ole tu Manuel Reyes. Viva la madre que te parió»
Estoy contigo Marta, es una injusticia que la mayoría de las veces nos exponemos a pecho abierto en un escenario ante un crítico que no es consciente del trabajo que conlleva exponer nuestro trabajo porque ellos jamás se han puesto unos zapatos de baile, han tocado una guitarra o cualquier instrumento musical, ni han afinado la voz para cantar si quiera el más sencillo de los palos flamencos. Es más, la mayoría no sabrían siquiera seguir el compás, pero así de triste es nuestro panorama artístico. Visto esto, desde aquí yo propongo que cuando adjuntemos información en un dossier de nuestros espectáculos, agreguemos como críticas artísticas, comentarios de nuestras redes sociales, de gente que entiende de verdad de lo que está hablando, gente culta y docta en la materia y no críticas de administrativos titulados que sabrán mucho de mecanografía, pero poco de arte.
Preciosa crónica sobre “Tan solo” Inma!!!!!
Me emociono cada vez q la leo y siento q no estamos locos, que todavía hay gente q aprecia el buen gusto, las cosas bien echas y disfruta de las películas con una trama, un mensaje y una historia emotiva q contar y no las películas de pura acción echas para divertir a la plebe para q no piensen, si no para q reaccionen. Gracias de nuevo Inma . están son las verdaderas críticas, las q un profesional q ha vivido la arena puede reconocer y hacer, no las q un tipo q no sabe lo q cuesta cada hora entregada a una vida bailando se permite hacer, ensalzando o destruyendo desde una mera opinión amateur.
Un besazo enorme